El desprendimiento de la placenta es la separación de la
placenta del revestimiento uterino. Esta condición generalmente ocurre en el
tercer trimestre, pero puede ocurrir en cualquier momento después de la semana
20 del embarazo. Solo alrededor del 1% de todas las mujeres embarazadas
experimentarán desprendimiento de la placenta, y la mayoría puede tratarse con
éxito dependiendo del tipo de separación que ocurra.
¿Cuáles son
los signos y síntomas del desprendimiento placentario?
Los signos y síntomas de desprendimiento de la placenta
incluyen uno o más de los siguientes:
- Sangrado vaginal (aunque aproximadamente el 20% de los
casos no tendrá sangrado)
-Ternura uterina
-Contracciones rápidas
-Dolor abdominal
-Frecuencia
cardíaca fetal anormalidades
Cualquier sangrado vaginal en el tercer trimestre se debe
informar a su proveedor de atención médica de inmediato. Otras causas de
sangrado vaginal podrían ser placenta previa. Su proveedor de atención médica
sabrá el diagnóstico adecuado.
¿Qué sucede
realmente en el desprendimiento placentario?
La placenta es parte del sistema de soporte vital de su bebé.
Transfiere oxígeno y nutrientes a tu bebé. Cuando la placenta se separa de su
revestimiento uterino antes del parto, puede interrumpir el transporte de
oxígeno y nutrientes a su bebé. El desprendimiento de la placenta solo se puede
diagnosticar verdaderamente después del nacimiento cuando se puede examinar la
placenta. Existen algunos métodos que se utilizan para tratar de hacer este
diagnóstico durante el embarazo para poder aplicar el tratamiento adecuado.
Éstas
incluyen:
-Ultrasonido
-Evaluación de los síntomas del paciente (sangrado, dolor)
-Análisis de sangre
-Monitorización fetal
¿Cuál es el
tratamiento para el desprendimiento placentario?
El tratamiento depende de la gravedad de la separación, la
ubicación de la separación y la edad del embarazo. Puede haber una separación
parcial o una separación completa (también llamada total) que ocurre. También
puede haber diferentes grados de cada uno de estos que afectarán el tipo de
tratamiento recomendado. En caso de separación parcial, se puede prescribir
reposo en cama y monitorización estrecha si el embarazo no ha alcanzado la
madurez. En algunos casos, las transfusiones y otros tratamientos de emergencia
también pueden ser necesarios.
En un caso con una separación total o completa, la entrega
suele ser el curso de acción más seguro. Si el feto es estable, el parto
vaginal puede ser una opción. Si el feto está angustiado o la madre está
experimentando un sangrado severo, entonces sería necesario un parto por
cesárea. Desafortunadamente, no existe un tratamiento que pueda evitar que la
placenta se desprenda y no hay forma de volver a colocarla.
Cualquier tipo de desprendimiento de la placenta puede
conducir a un parto prematuro y bajo peso al nacer. En los casos en que ocurre
un desprendimiento placentario severo, aproximadamente el 15% terminará en
muerte fetal.
¿Qué causa
el desprendimiento placentario?
Las causas del desprendimiento placentario no se conocen por
completo.
Sin
embargo, las mujeres tienen más riesgo de padecer esta afección si:
-Fumar
-Utilice cocaína durante el embarazo.
-Son mayores de 35 años
-Tiene preeclampsia o hipertensión
-Está embarazada de gemelos o trillizos.
-He tenido un desprendimiento placentario previo
-Experiencia de trauma en el abdomen
-Tener anormalidades en el útero
¿Cuándo
debo llamar a mi proveedor de atención médica?
Debe llamar a su proveedor de atención médica de inmediato si
experimenta sangrado en su tercer trimestre. Solo su proveedor de atención
médica puede hacer un diagnóstico adecuado de la causa del sangrado tardío. El
resultado de un diagnóstico de desprendimiento de placenta mejora con un
tratamiento rápido y preciso.